Por la mañana de este sábado, el cruce de Los Aromos y Merlo fue el punto de encuentro para una intervención de las Jornadas de la Comunidad que combinó ecología, arte urbano y compromiso vecinal. Bajo el impulso del Gobierno de la Comunidad, vecinos, voluntarios y referentes barriales participaron de una jornada ambiental que dejó una huella concreta en el espacio público.
La actividad tuvo como eje central la creación de un biocorredor a partir de la forestación con especies nativas en el Pasaje de los Aromos, una zona clave por su cercanía con la reserva natural. Además, se colocaron carteles señalizadores para jerarquizar el ingreso al área protegida y fomentar el reconocimiento del entorno por parte de quienes transitan el barrio.
Uno de los focos de la jornada fue la recuperación de un punto de arrojo informal que venía afectando al lugar. A través del trabajo conjunto, se limpiaron los márgenes, se reacondicionó el espacio y se incorporaron elementos que desincentivan el depósito de residuos, promoviendo así una convivencia más saludable con el ambiente.
Artistas y vecinos también confeccionaron un mural colectivo que resignificó las paredes del pasaje, sumando color, identidad y mensajes de conciencia ambiental. La jornada dejó en claro que, con voluntad y organización, cada rincón del distrito puede transformarse en un espacio de vida y pertenencia.
